Giving Birth

Reflexiones hacia una paternidad activa

Qué van a pensar si soy el primero en tomarme la licencia de paternidad? Qué van a decir en el equipo? Y qué, más aún, si encima voy a ser padre de una familia de las consideradas como ‘más tradicionales’, donde también habrá una madre? No debería ser ella quien se tome los días de licencia? Y qué, si voy a ser padre con otro padre? Podré dar cuenta de mis deseos y mis necesidades, sin que ellos me perjudiquen en mi desarrollo de carrera?

Pensamientos comunes entre los pocos hombres que cuentan con la enorme posibilidad de comenzar a marcar una pequeña y gran diferencia en la construcción de modelos a seguir creíbles de equilibrio entre vida personal y profesional.

Mas aún, considerando que para 7 de cada 10 hombres su éxito pasa por un balance entre ambas esferas, pero que 9 de cada 10 ejecutivos considera que el tiempo estipulado para la licencia de paternidad no es suficiente.

Y es, entonces, que al mirar para arriba o para el costado en las estructuras de las organizaciones; es decir, en sus puestos de decisión o de middle management, vemos hombres comprometidos con su vida personal, o en su mayoría, hombres cuyo principal y único foco parecería ser sólo el trabajo?

Y qué pasa, entonces, con aquellos que son padres o que están por serlo?

Nadie tiene por qué cuestionar la satisfacción que puede aportar lo laboral- de hecho es algo que apasiona!- pero sí qué pasa cuando el principal driver de satisfacción para quienes toman las decisiones de las compañías es el mismo, y de allí su accionar en consecuencia.

Si quienes ejemplifican los lineamientos de cultura de una empresa, poco demuestran con sus actos que son personas comprometidas con su vida personal…qué queda para el resto?

Y es, entonces, que aparece la gran duda para aquellos que aspiran a crecer en sus carreras y la vida  los encuentra con su próxima realidad de padres. Qué hacer con ese beneficio que está escrito, pero que necesita de hombres que le den, justamente, vida? Dudas que si no comienzan a resolverse con vos y solo con vos haciendo uso de los días adicionales a la ley, difícilmente inspiren la confianza tan necesaria para que otros también así te sigan.

Qué puede pasar…? De seguro se hablará mucho. Y te hablarás mucho. De seguro saldrás de tu zona de confort encontrándote en lugares no explorados con la adrenalina y miedos que todo lo nuevo conlleva, pero con la enorme satisfacción de saber que al menos estás haciendo el intento por marcar una diferencia; de esas que necesitan de tu empuje para que así sucedan.

De seguro, tanto si sos cuidador primario como cuidador secundario, verás qué bueno es para construir un lazo con tu bebé que, si tenés la posibilidad de reforzarlo en los primeros días, sin dudas será de un gran valor tanto para tu bebé como para vos; para tu familia.

De seguro, podrás capitalizarlo también en tu trabajo, no solo porque darás cuenta de un ejemplo de persona que intenta compatibilizar su vida personal y profesional, en un momento tan fundacional como lo es convertirse en padre, sino también porque vivirás lo que es trabajar con un liderazgo actual, sea cual fuera la estructura familiar en que la paternidad te encuentre, y ganarás en habilidades transversales que son estrella en el mercado laboral…Reinvención y gestión del cambio? Agilidad? Trabajo en equipo? Motivación? Flexibilidad y plasticidad? Empatía?

Todos quienes son padres presentes pueden dar cuenta de ello, y por qué entonces no jugarlo, incluso, como una ventaja competitiva en tu trabajo?

Ese, que tan en duda pone algo tan simple como lo es compartir un tiempo de calidad con tu futura familia en un momento clave de vida, al mismo tiempo de seguir poniendo foco en la carrera profesional que tanto te motiva.

Ese, que necesita seas uno de los pocos, porque sin esos pocos seguirán faltando ejemplos que inspiren, motiven, y haga que el beneficio que está ahí…escrito.. dé cuenta de todo su potencial pensando en organizaciones más humanas, y en líderes que promuevan un liderazgo a su altura en consecuencia.

Te invitiamos a que si tenés la posibilidad, seas el primero o el único, para que otros después sean los segundos, que otros después sean los terceros, y que desde el ejemplo del ejemplo, se agilice un cambio que, de otra manera, va a estar esperando a que otros comiencen ese pequeño y gran paso que comenzará a marcar la diferencia.

Te invitiamos a ser protagonista, y a movilizar a otros a que así lo sean.

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