Las evaluaciones de desempeño son muchas veces un momento bisagra para las recientes madres y sus Managers. Existe un gap salarial entre mujeres con hijos y mujeres sin hijos del 32%, y el regreso de una licencia por maternidad ve impactada negativamente en muchos casos la evaluación de performance y, más aún, de potencial. Y, con ello, las compensaciones.
Es por eso importante prepararse para una buena conversación que valore tu aporte, y en la que sientas que sí, te lo merecés. Y que sin dudas lo valés!
Te compartimos en este artículo algunos puntos a tener en cuenta que pueden serte de utilidad:
- Es importante partir de los KPIs que se hayan definido para validar el alcance de los objetivos que hayan acordado para la medición de tu trabajo. Cuanto más objetiva la conversación, más fácil será alinear tu performance y minimizar subjetividades.
Muchas veces los meses en los que una está de licencia, afectan a la percepción de tu aporte a los objetivos alineados, y es importante pasar en blanco en negro tus entregables, tu aporte y, sobre todo, tu potencial.
Si trabajaste con tu Manager en una buena salida hacia tu licencia, sin dudas tendrás una base más sólida para que no se reduzca la evaluación a los meses en los que no estuviste, sino a todo aquello que sí te tuvo como protagonista y que así lo seguirá siendo.
- Es bueno pararte en tus fortalezas, competencias y habilidades para encarar desde tu “saber hacer” y ese “cómo” que te define, una conversación orientada a tus resultados, pero sobre todo, a aquello que te hace única, y que dará cuenta de todo tu valor.
El “sentirse menos” por haber estado unos meses afuera de la dinámica de trabajo, afecta a muchas recientes madres y a tu seguridad y confianza para saber que no dejaste de ser la misma profesional que antes de convertirte en madre, sino más aún, que podés poner en juego muchas cuestiones que te aporta la conciliación entre tu maternidad y tu carrera. Y que hasta pueden resultarte una ventaja competitiva si sos consciente de ellas. Te invito a tomar nota, y saberte dueña de ese diferencial que es bien tuyo, y que hasta puede resultarte en una suma de valor.
- Recordar que la asignación de los bonos y sus componentes variables dependen de los resultados de la compañía y también de tu aporte a ellos, te permitirá escribir con claridad tus “aportes”, tanto en el periodo de evaluación concreto, como aquellos previos a tu licencia y aquellos futuros.
Es importante pasarlos en limpio, y no dudar de aquello que objetivamente merecés desde quien sos profesionalmente y de lo que sumás desde tu lugar a los objetivos del sector en el que te desempeñás, y de los resultados compañía en general. Cuanta mayor sea tu proactividad, más confianza ganarás en tus argumentos.
- Hablar de aumentos salariales y de asignación de bonos, y así plasmar acuerdos con tu Manager que den cuenta de tu valor y potencial, dependen muchas veces de minimizar esa “culpa” por haber estado unos meses “fuera”, y potenciar ese “ejemplo” que podés ser.
Si lográs que el convertirse en madre se entienda como un momento de transición en la carrera de una mujer, y no un “antes y un después” en materia de compromiso, de responsabilidad, de ambición profesional y, sobre todo, de afianzarte en quien sos y seguirás siendo, sin dudas estarás abriendo camino no sólo para negociar lo que te corresponde, sino también para aquellas otras mujeres que pueden encontrar en vos un ejemplo a seguir. Muchas están esperando des ese primer paso.
Ojalá que puedas prepararte y afianzar en todo tu valor, sintiendo que sí, merecés ese reconocimiento a tu trabajo.
Sí, merecés ese aumento que valida tu aporte y potencial.
Si, merecés poder conciliar tu maternidad con el desarrollo de carrera que visualices.
Si, bien podés empezar a inspirar a muchas otras y dar cuenta de ello!
Si, bien vale la pena dar ese primer y gran paso. Por más díficil sea.